La noción de número y el contar ha acompañado a la humanidad desde
sus albores . Como todo conocimiento desarrollado por el hombre
primitivo, la causa para que el ser humano emprendiera sus pasos en
el contar y plasmar cantidades surgió fundamentalmente de la
necesidad de adaptarse al medio ambiente, proteger sus bienes y
distinguir los ciclos de la naturaleza pues ya percibían y
observaban con cuidado los ritmos que ésta posee y su fina relación
con las oportunidades de alimentación y, en general, con la
conservación de la vida, entre otros.
La razón para que actualmente se utilice un sistema decimal, se deriva
principalmente de que el ser humano necesitó hacer una
representación simbólica del conteo con su propio cuerpo, y para
ello se valió básicamente de los 10 dedos de las manos y aunque
éste no fue el único sistema utilizado por la humanidad sí fue el
más difundido.
A medida que el saber humano fue evolucionando, le fue urgente el
comenzar a representar las cantidades en forma de dibujos, para
seguir en forma precisa los ciclos de la naturaleza, dejar mensajes a
sus semejantes o para seguir con la contabilización de sus
posesiones que rebasaban la cantidad de 10.
Hasta ese momento el hombre plasmaba en dibujos su forma de vida, los
peligros que corrían, cómo era su entorno, las posesiones que
tenía, etc. Y las cantidades comenzaron también a plasmarse en
símbolos iguales que se limitaban a contar hasta llegar al número
que se quería plasmar.
De esta manera los primeros sistemas de escritura fueron de carácter
pictográfico, ideográfico ,entre estos sistemas de representación
podemos encontrar los jeroglíficos egipcios, los símbolos de la
escritura japonesa y china, la escritura maya o la escritura azteca .
Se fue haciendo imperioso crear un sistema de trascripción más
sencillo y compacto.
En Egipto los escribas inventaron un sistema de representación aditiva.
Los griegos, por su parte, tomaron de los egipcios el sistema de
numeración y lo acomodaron a sus símbolos hacia el año 600 a . C.
y posteriormente fue tomado por los romanos. Las limitaciones para
realizar operaciones matemáticas con esta forma de representación
numérica hacían que fuesen pocos los que pudiesen profundizar en
este conocimiento.
Por ello surgió la forma de numeración posicional y que le permitió al
hombre adentrarse en operaciones muchos más complejas.
El sistema de símbolos que actualmente conocemos fue desarrollado por
los hindúes en el que el uno lo representaban como 1; el dos, 2; el
tres, 3; el cuatro, 4; cinco, 5; el seis, 6; el siete, 7; el ocho, 8
y el nueve, 9; mas la invención del cero que la realizaron los
mismos hindúes por el año 500, quienes lo denominaban “vacío”.
La innovación del cero produjo un gran avance precisamente porque ya no
se confundirían los números como el 25 a 205 o 250.
A pesar de estos avances pasaron dos siglos para que en Europa fuese
implementado este sistema en forma definitiva, donde la herencia
romana había legado sus propios números.
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